martes, 17 de junio de 2008

Fecha 7: 15/06/2008


Armellas


Pocas horas habían pasado desde que llegaran a Rittardast, el sol se filtraba por la ventana de la actual habitación de Nike en el palacio. Ella se incorporó y vio que ya no tenía la herida que le hiciera Burgen en la cara. Estaba como si no le hubieran hecho absolutamente nada. Al lado de su cama se encontraba Yasir custodiándola.
-Hola tío- lo saluda- que conmovedor que mi familia se acuerde de mí después de 40 años…
-Yo no sabía que existías.
Ella se queda pensativa durante un momento y luego le pregunta:
-¿Cuándo lo supiste?
-Hace aproximadamente una semana y media, cuando Goran me lo contó.
Nike se queda callada un momento, escuchar su nombre ahora era revivir otra vez todo lo que había pasado, así que cambió de tema rápidamente.
-¿Dónde está mi madre?
-Está muy cerca de aquí, en Hiden Forest.
Yasir le cuenta que este bosque es el último lugar mágico de la tierra, y es donde vivieran sus padres muchos años atrás.
-¿Por qué mi madre me abandonó?
-Eso no lo sé.
-¿Fue mi abuela la que me vendió?
-Ella no te vendió, te entregó para que te eduquen.
**Sí claro, todo sea para que la vergüenza de la familia no salga a la luz, comprenderán que Nike es medio cadormen, medio humana. Esta mesa ya es un quilombo de parentescos… XD**
-¿Quién era mi padre?
-Su nombre era Zelgaris y era un caballero, no sé mucho de él. Luchó con Haradim en la reconquista del país.
Era evidente que su madre se había escapado con Zelgaris y Yasir no parecía saber mucho más desde que ella abandonara Firehorn.
-Comprenderás que tendré que matarla.
-¿A tu madre?
-No, a Eme.
-Yesari dejó de ser mi hermana desde que la absorbió la oscuridad.
-¿Podrías dejarme sola un momento?
-Sí. Estaré afuera si me necesitas
Ella no le respondió.

Luego de un breve intercambio de palabras con la reina de Rittardast, Iskander bajó para hablar con la reina Aiko y confesarle algo que hasta ahora nunca le había dicho.
Cuando llega a su habitación la ve jugando con el niño, cuyo nombre es Daisuke. El niño se quedó mirando a Iskander con sus grandes ojos azules.
-Su majestad ¿puedo pasar?
-Sí- le responde.
Él se acerca al niño y le tiende uno de sus dedos, él se lo agarra y le sonríe.
-Quizás hay algo que hasta el momento no te he comentado.
Así es como se saca el guantelete que tenía puesto en su mano derecha y la reina puede vislumbrar que abajo tenía puesto un anillo. En el momento se sorprende, pero luego Iskander se saca también el anillo, y al momento su verdadera forma queda al descubierto. Sus alas comienzan a desplegarse a su espalda, la cara se convierte en la de un dragón, y toda su apariencia cambia por completo. Es un semidragón dorado monstruoso. A diferencia del niño que lo está mirando, que tiene ciertos rasgos dragoniles, Iskander es un dragón casi en su totalidad, solo que no tiene un cuello largo, y es solo un poco más alto que su apariencia humana.
Aiko se sorprende tanto que retrocede hasta la pared. Iskander al momento se vuelve a poner el anillo y vuelve a ser el mismo de antes, solo que ahora su pelo rubio volvió a crecerle hasta la cintura.
El niño inocentemente le pregunta a su madre:
-Mami ¿quién es el señor?
-Él es tu papá- le dice ella- mientras sonrié como pocas veces lo había hecho desde que pusiera sus pies en el reino de Haradim.

Mientras tanto Mael decide buscar la forja para poder construir algunas de sus flechas y prepararse para lo que pudiera venir. En el camino lo ve a Anatolius, él le informa que los Kyloons están acercándose a Rittardast. Mael le pregunta a quién puede ver para pedirle lo necesario para abastecerse de flechas y él le señala la forja.
Cuando entra ve que hay un hombre, bastante entrado en años, que rápidamente arma flechas y se las pasa a un compañero que las revisa. Varias personas más están cerca de los hornos, ingresando planchas y planchas de moldes que luego son entregadas a este señor. Su nombre es Wenceslao y es el que mejor conoce del tema en todo Rittardast.
Así ambos comienzan a mostrarse las flechas que fabrica cada uno. Mael le muestra a Wenceslao su molde y él le indica que por favor mire toda la selección de armas que está detrás de él. Mael se queda mudo cuando ve toda la pared del fondo con miles de flechas, cada una distinta a la anterior. Así le prestan un arco compuesto de los que usa la caballería de Rittardast y le entregan el otro “polvito mágico” que es de color rojo y explota al contacto con el calor (pero no al fuego).
**Yo si fuera él no le hubiera dado esto justamente a Mael XD**
Mael luego de la charla e intercambio de ideas se dirige nuevamente hacia el palacio y comienza a buscar a Iskander. Al no encontrarlo se dirige hacia el cuarto de Nike y le golpea la puerta.

-¡Hola!- llama al no obtener respuesta.
Nike le abre la puerta envuelta en la frazada (no olvidar que se había vomitado todo después de su depresión XD).
-¿Lo viste a Iskander?
-No, ¿por qué no lo buscás abajo?- Le dice mientras piensa en ir a bañarse de una vez XD
Cuando sale llega Iskander que luego de decirle a Aiko “El deber me llama” había subido otra vez a su habitación.
-¿Estás bien?- le pregunta a Nike.
-Sí- le contesta ella ahogando un suspiro.
-Nos están esperando los jinetes de la marca- informa Mael.
Y Nike al ver que Iskander tiene el pelo largo otra vez le dice:
-Algún día vas a tener que contarme cómo hacés eso.

Rittardast estaba dividido en tres marcas, la marca del norte, o tercera marca, especialista en ataque de guerrilla y dirigida por el mariscal Anatolius. La marca del sur o segunda marca, la caballería pesada dirigida por Vinion. Por último, la primera marca, del oeste, comandada por la bella Kalias al mando de la caballería liviana.
En el consejo de guerra estaban presentes, la reina Amelia, Iskander, Anatolius, Mael, Eglas, Nike, Yasir, Trenton, Leconte y los capitanes de las marcas.
Así comienza Anatolius a explicar su estrategia, la misma a ser mejorada por Iskander y Mael.

Resumen de la estrategia:
Los 14 Kyloons se habían dividido en dos grupos de siete, el primero bordeando la columna de Imerion secundados por una “caballería liviana” de orcos sobre wargos. El segundo custodiado por la “caballería pesada” y la infantería era el que transportaba el cargamento de armas. Los Kyloons sobre las montañas llevaban la mayor cantidad de orcos y casi nada de cargamento.
La estrategia consistía en que la tercera marca a cargo de Anatolius se introduciría entre las dos columnas de Kyloons para separarlos de los demás. Desde las montañas Mael enviaría arqueros a arrojar flechas sobre los siete Kyloons que la bordeaban.
A su vez, la segunda marca, junto a Iskander, iría a combatir a los orcos que custodiaban los Kyloons con el cargamento. En una maniobra de ataques rápidos y huida.
La tercera marca aguardaría a atacar en un punto cerca de la Fortaleza del paso de Armellas. Este paso era la única salida hacia las tierras del este. El mismo en su punto más estrecho tenía una longitud de 400 metros, y convinieron en tirar abajo parte de la ladera de la montaña para que los Kyloons no pudieran pasar.
La fortaleza custodiada por mil hombres se encargaría de frenar a los orcos y manipular las 4 catapultas en caso de que los orcos lograran llegar allí, y estaban seguros de que lo harían. A su vez la fortaleza había preparado en un rango de 200 metros de madera a su alrededor para ser incendiada una vez los orcos llegaran allí.

Nike en un momento de la efusiva discusión dice:
-Iskander, creo que te estás olvidando de un pequeño detalle…
-No, no me olvidé de eso.
-Buscá a Eme y vas a encontrar a Selene.
Él utiliza sus poderes de clarividencia y la encuentra sin problemas, le dice a Nike que cuando cargue con su unidad se dirija hacia el primer Kyloon contra las montañas que allí estaba su amiga. Yasir iría también, de hecho ya se había convertido en una especie de guardaespaldas y estaba todo el tiempo detrás de ella, no fuera a ser que la última Baerne se muriera en combate.
A esta altura ya habían decidido que Nike se sumaría a la tercera marca, Iskander a la segunda y Mael dirigiría a los arqueros y bloquearía el paso, esperando luego su llegada en la Fortaleza de Armellas.

A su vez, a todos les dan el honor de portar a los famosos Mearas, los mejores caballos de Rittardast. La reina Amelia le entrega a Iskander una hermosa yegua llamada Calista que todos creen es el alma reencarnada de la reina esposa de Moradin y a Nike le entregan a Arfuz, un Mearas negro con motas grises. Yasir porta un Mearas blanco con crines grises y Mael un bayo. Demás está decir que todos están más que satisfechos con sus nuevas monturas.
**Falta ponerle nombre a los Mearas de Yasir y Mael :P**

Así Iskander se despide de la reina, quien lo besa y lo abraza fuertemente, y luego le dice a su hijo estas palabras: “Sigue tus sueños y protege tu honor”. Y estas quizás sean las últimas palabras que le dirija, todos saben que esta batalla no será como las anteriores.

En la planicie y a lo lejos ya estaban preparados los jinetes de Rittardast que se unirían al combate, unos diez mil jinetes entre las tres marcas. Era un espectáculo impresionante verlos a todos en formación y listos para partir. Pero los números aún así no los favorecían, se estarían enfrentando en una proporción de 3 a 1 con los orcos encargados de transportar hacia el este el cargamento de armas.
De una de las alas un grupo de jinetes se separa y Mael se dirige rápidamente hacia ellos, serían los primeros en partir para comenzar con la estrategia planeada. Muchos de ellos jamás volverían a ver las hermosas praderas de Rittardast.
El segundo grupo en partir fue la tercera marca, que se dirigía hacia el final de la fila de Kyloons para introducirse entre ambas en una maniobra arriesgada pero eficaz.
Una vez llegan a la altura de ellos comienzan a disparar a los orcos que se encontraban sobre las torres que llevaban los Kyloons a sus espaldas y el cielo se oscureció debido a las flechas disparadas por los jinetes. Pero desde arriba los lanceros pudieron acabar con varios de ellos.
Aún así lo peor todavía no estaba por llegar, el primer ataque fue un éxito y tres Kyloons perdieron las torres. Muchos orcos conocieron la furia de la tercera marca que logró dividir ambas filas de Kyloons y arrastrar a la que llevaba las armas contra la marca que dirigía Iskander.

Anatolius le dijo a Nike:
-Es hora de que vayas a cumplir tu misión- y mira hacia el primer Kyloon de la fila.
Nike se dirige hacia allí con Yasir y ambos trepan a la mini ciudad mientras miles de flechas silban a su alrededor. No tardan mucho en dar con Eme, quien tenía a Selene agarrada de la cintura y apuntándola con dos dedos a su cabeza, usándola como escudo. Selene parecía estar drogada.
Nike intentó acercarse pero Eme le dijo:
-No lo hagas, te estás olvidando de una cosa me parece- mientras seguía apuntándole y Nike la miraba con un odio abismal, a la vez que pensaba como liberar a Selene.
Entonces como no había forma de acercarse decidió crear una distracción, la miró a los ojos con todo el odio que pudo reunir y le dijo:
-Hola tía
Eme pareció titubear por un segundo
-Cómo… tía…
-Sí, es la hija de nuestra hermana- le confirmó Yasir.
Y Nike aprovechó el segundo de distracción para arrojarle un cuchillo a la cara. Tuvo la suerte (o no) de darle de lleno en uno de sus ojos. Eme parecía no sentir dolor, se quitó la daga que arrancó su ojo de la órbita y a su vez le arrojó un potente rayo de energía negra que la hizo volar hasta la pared haciéndole grave daño.
Pero Nike había logrado lo que quería, logró que Eme soltara a Selene. Yasir también intentó atacarla pero Eme volvió a arrojarle otro rayo a Nike quien antes de desmayarse logró ver a Yasir correr hacia ella. Luego el mundo se desvaneció ante sus ojos.

Mael logra posicionar 250 arqueros que desde arriba de la montaña apoyaban a la tercera marca derribando más orcos.
Cuando Mael llegó a la fortaleza enseguida ordenó tirar abajo parte de la ladera de la montaña y bloquear el paso para que los Kyloons no pudieran pasar por allí. Luego subió a la terraza para ver a lo lejos a los grandes Kyloons que se dirigían hacia allí sin forma de ser detenidos.

La segunda marca dirigida por Iskander logró neutralizar a la caballería pesada orca en pocos movimientos y sufriendo pocas bajas. Así se concentraron en la infantería.
Pero esto no iba a quedar impune. El hechicero orco arrojó un gran rayo de energía contra ellos que pudo ser equilibrado por otro igual de la pequeña Lile.

El jefe orco desafió a Iskander, y ambos se prepararon para un duelo de titanes. Cada uno cargó contra el otro y el choque produjo un ruido mortal. Alrededor de ellos, orcos y jinetes se frenaban para ver quién de los dos resultaría el vencedor. Ambos resultaron heridos en la primera carga, e Iskander se cayó del caballo. El orco bajó y ambos volvieron a enfrentarse. El segundo golpe dejó a ambos muy malheridos pero su fortaleza los mantuvo en pie. Otro golpe más y la batalla llegó a su fin, siendo Iskander el vencedor, pero por muy poco margen. Así con su armadura parcialmente destruida volvió a subir a su caballo para notar que los jinetes que quedaban de las tres marcas estaban atravesando un verdadero caos.
**Quiero informarles que tanto master como jugador no hicieron más que sacar críticos en esta batalla, pasándose solamente en el primer golpe 90 y 130 puntos de daño respectivamente. Realmente fue un duelo de titanes :P**

La tercera marca había recibido la imaginable represalia y solamente un treinta por ciento de sus fuerzas continuaban aún en pie. La primera marca había sido prácticamente diezmada en su primer ataque a la infantería. La marca que mejor se encontraba era la segunda y así Iskander reunió a todas en un mismo grupo. Cuando ya estaban sobre la fortaleza, Mael activó la trampa del fuego, un rango de 200 metros alrededor de la fortaleza fue incendiado por completo llevándose la vida de muchos orcos. Grandes toneles de aceite eran arrojados hacia el cielo y Leconte les disparaba en el aire para que una lluvia de fuego hiciera mella en los que iban por detrás.
Pero lo que preocupaba a Mael era otra cosa, había algo más allá del paso, sus hombres no habían regresado a llevarle noticias y ya los daba por muertos. El paso más adelante había sido tomado por alguien más. Los Kyloons con el cargamento comenzaron a cruzar el paso mientras los otros que iban contra la montaña los adelantaron y formaron una muralla que no dejaba pasar a lo que quedaba del ejército de Rittardast. Entonces Iskander controló a uno de los Kyloons con su poder mental y le ordenó que se moviera, así lograron pasar y seguir matando a los orcos, pero era demasiado tarde ya para alcanzar a los Kyloons con el cargamento, ya estaban cruzando el paso y de nada había servido bloquearlo, la recién fabricada muralla de roca no era lo suficientemente alta y los Kyloons no tuvieron problemas en cruzarla.

La batalla no dejó más que muchos muertos, quizás no eran tantos comparados con los orcos, pero habían diezmado a más de la mitad del ejército de Rittardast. La fortaleza no fue destruida y los heridos fueron llevados rápidamente hacia allí para que los médicos que trajera la reina Amelia pudieran curarlos.
Afuera Iskander y Burgen junto a varios soldados más hacían el trabajo que no podía dejarse a nadie más, apilar los cuerpos de los jinetes y rescatar aquellos materiales que se pudieran utilizar. Un cuarto del cargamento de armas fue detenido y los siete Kyloons restantes ahora les pertenecían.
Mael estaba shockeado ante tanta muerte, pero ayudaba en lo que podía. Iskander y Burgen no parecían demasiado afectados, tantas batallas en su haber los habían vuelto mucho más fríos.
El que no apareció por ningún lado fue Eglas, luego de la batalla parecía que se lo hubiera tragado la tierra. Iskander intentó encontrarlo pero una gran fuerza bloqueaba sus poderes. Para calmar a Lile le dijo “No te preocupes, él está vivo”. Pero Lile volvió a sumirse en el silencio otra vez, como cuando recién dejara el templo de Imerion.

Nike se despierta en la enfermería de la fortaleza, a su lado se encuentra Selene que le dice:
-¡Al fin te despertaste!
Nike al verla bien lo único que atina a hacer es abrazarla con fuerza y llorar sobre su hombro. Selene la consuela dándole palmaditas en la espalda. Cuando logra calmarse decide ir hacia la cama en donde se encuentra Yasir. Él está gravemente herido y con el ojo vendado, del mismo lado donde Nike se lo quitara a Eme.
-¿Estás bien?- le pregunta.
-Sí, fue un ojo por ojo.
Y logra que Nike sonría por primera vez luego de la muerte de Goran. Aunque eso no impidió que se sintiera terriblemente culpable de lo que le había pasado.

Muchas vidas se perdieron, y si bien para Iskander la batalla había sido un triunfo, muchos opinaban lo contrario. Mael se culpaba por no haber podido hacer nada más y la reina Amelia lo reconfortó diciéndole que el no haber perdido la fortaleza era un gran logro. Junto a ella se encontraba Godham, un hombre mayor que parecía contar con una gran experiencia a cuestas y que se reuniría a hablar con ellos.
Así comienzan a pensar en el próximo objetivo:
-Iré hacia Nuredum, y luego hacia el paso de Agun- les dijo Iskander (Nuredum es el lugar donde sellaron a Jaraven muchos años antes).
-Tienes mi arco- le dice Mael.
-Ahora nuestro objetivo es el mismo, la cabeza de Anarius, así que voy con vos- le dijo Nike.
-Sería bueno que antes de eso fuéramos a otro lugar- les dice Yasir, mirándola a Nike.
Y se estaba refiriendo a Hiden Forest, el último lugar mágico de la tierra. Y según Godham el único pueblo que puede hacer la diferencia en una batalla contra más de un millón de orcos.

1 comentario:

Helcawen dijo...

Bueno, no esperen demasiado, soy malísima para narrar batallas. Además que estoy super deprimida porque mis profesores de derecho me encajaron de nota un seis, lo que significa que estuve a un punto de promocionarla. Esto me pareció una gran maldad de su parte, hubiera preferido un cuatro y no esta humillación…
En fin, tengo que rendir el martes que viene otra vez. Pero si pensaron que iba a faltar a Haradim están muy equivocados. Nike no va a faltar a ninguna mesa, y no va a haber parcial o final que se lo impida XD
Espero no haberle errado demasiado a los números, cualquier cosa me avisan y lo cambio.