martes, 15 de julio de 2008

Fecha 11: 13/06/2008


Paso de Agun


Flashback: La historia de Alen Broker

Elgart
Puerto de los elfos. Cariel se encontraba acompañado de un soldado. A pocos pasos Eneas jugaba con un niño.
-¿Qué va a pasar?
-¿Vos me vas a seguir Basil?- le preguntó Cariel.
-Hasta la muerte- le contestó y luego les encomendó a su hijo- Por favor, cuídenlo.
-No te preocupes, a tu hijo no va a pasarle nada.
Nuredum
Arrodillada sobre el suelo y maniatada se encontraba una mujer muy bonita con el cabello color dorado. A su lado la custodiaba Basil, y un hombre en apariencia no muy distinto a Iskander. Haradim, Cariel y Sviden estaban parados frente a ellos. Afuera el ejército vitoreaba a Haradim.
Haradim se lastimó a sí mismo y destruyó parte de su armadura adrede. Salió rengueando hacia la terraza, abajo el ejército lo aclamó eufórico.
-Baldor, llévala a Ellios. A partir de ahora seremos los únicos habitantes de Nuredum.
Imerion
El ejército entró victorioso a Imerion, con Haradim a la cabeza. La mentira se había convertido en verdad. Azona lo miró enamorada mientras todos vitorearon a Haradim rey.
Josper
Sala del trono. La orden de Haradim se encontraba formada en dos filas escoltando a su rey, que comenzó a avanzar hacia el trono con Azona a su lado. Sviden, Eneas y Davon lo esperaban. Y ese fue el día de la coronación. El niño estaba a un lado observando los hechos.
Firehorn
Eglas intentó hablar con su amigo, el padre de Joseph Venezzi:
-Lucca estás loco, ¿cómo vas a prestarte a esto? No aceptes.
-Yo no quiero ser un esclavo toda mi vida- fue su única y terminante respuesta.
Y a su vez también habló con Yasir, hijo de madre Baenre:
-Los cadormen son la única esperanza que tenemos.
Saint Gernaut
Alen Broker fue alumno de Eneas y con el correr del tiempo se preguntó:
-Si atrapamos al Corruptor se puede escapar. La gente se puede corromper.
-Ese es nuestro trabajo.
-¿Qué podemos hacer?
-Entrenar y derrotar al mal.
Montañas oscuras
Alen ya tenía treinta años, un grupo de guardias reales lo acompaña. Las órdenes del rey eran entrar a Nuredum.
-¿Cómo vamos a entrar?
-Tiene que haber una forma.
Karl de Lenerkaus que está con ellos descubrió la entrada de aire, y Broker se cayó por ella. Cuando despertó y abrió los ojos estaba en un lugar desde donde se veía toda la ciudad. Allí se encuentró con un hombre mayor de cabello largo y canoso. Tendría unos setenta años. Era Basil.
-Papá
Al recinto entró también Cariel, que estaba muy viejo y le contó toda la verdad. La historia que posteriormente le relataría a Iskander.
-Este es el momento, serás nuestro mensajero para continuar con el plan.
Y luego de regresar a Josper, Sviden le dijo que irían a Nuredum.
Nuredum
Una vez en Nuredum Sviden atacó a Basil y lo dejó muy malherido; y a Cariel le atrapó el alma y lo encerró en una esfera de luz. Alen Broker al ver esto desapareció, se escapó de la batalla. Pero volvió luego del combate y vio a Cariel trasmitiéndole sus últimas energías a Basil.
-De ahora en adelante me conocerán como Anarius, tu padre y yo vamos a convertir esta ciudad en lo que Sviden no quiere.
-¿Qué van a hacer?
-Vamos a recurrir a las artes oscuras, tú serás nuestra fachada en el reino. Vas a hacer lo que yo no puedo hacer afuera.
Y Broker fue testigo de la rebelión orca, que se preparaba para combatir contra Haradim. Y sus armas eran financiadas por Sviden que utilizó para ello el dinero del reino y de la orden.
Cuando regresó vio a su maestro obsesionado con Gwen. Entre ambos iniciaron una “cruzada contra el mal” había que matar a Marco Venezzi.
En Firehorn Broker se encuentró con Yesari (Eme) y ocurrió que ambos se enamoraron. Así Firehorn se convirtió en el centro del mal y Sviden envió a Joseph a la guerra. Pero no podían llevar allí a la niña, así que Eglas se haría cargo de ella.
Y este es el tiempo en que se iniciaron las guerras con los orcos, incluida la Guerra de las Madrigueras. La orden no tenía dinero ni equipamiento y en las guerras murieron muchos soldados e inocentes.
Querían el nacimiento de un nuevo Corruptor y lo consiguieron. Broker infundió terror en los orcos de Orogun y ahora todos ellos se encontraban bajo su poder.


Nazur, día 17 después de la partida

Alen Broker tiró abajo la puerta de la sala del trono de Nazur.
-Creo que esto es suyo- les dijo. Y a sus pies les arrojó a Mael, que estaba prácticamente desnudo y obviamente sin armas. Todos se sorprendieron al verlo, intuyeron que se había infiltrado buscando información.
Y contrariamente a lo que creyeron en un principio, Broker no los atacó sino que se sentó a hablar con ellos. Para él era demasiado fácil aniquilarlos en ese preciso instante. Quizás solo se estaba divirtiendo.
-Se unen a mí, y les devuelvo el reino- fue la propuesta que les ofreció. Y para todos esa no era una opción, pero si servía para detener una guerra y que no murieran miles de inocentes, quizás hubiera otra forma.
Thelmos le ofreció a Broker traerle a Sviden a ese mismo lugar, solo iban a necesitar tiempo. Pero Broker no quería eso, su único objetivo era que todos supieran la verdad. Y frenar el avance orco no estaba dentro de sus planes.
Goran, Nike e Iskander querían combatir sin demora, sabían que jamás podrían llegar a un acuerdo con él y todo diálogo sería inútil.
-¡Soy un dios! ¡Ustedes no podrían siquiera tocarme!

La paz ya no era una opción, y ahora había que utilizar otros medios. Goran le dijo a Lile “Sacanos de acá, ahora”. Pero ella estaba cansada y sabía que solo podía llevar a cuatro más con ella.
No había mucho tiempo, así que se decidió que llevaría a Alized, la niña de Garrat, el Warlord orco que podía interceder ante ellos, a Thelmos y quedaba un último lugar.
-Llevala a Nike- y todos estuvieron de acuerdo, menos ella.
-Yo me quedo- y repitió esta frase varias veces en el transcurso del debate que decidiría quiénes se quedarían a luchar con Broker.
-¡Que vos venís!- le repetía Lile.
La obstinación de Nike por permanecer al lado de su amor no le permitía siquiera pensar la posibilidad de irse y escuchó que alguien decía (Iskander tal vez) “Sos una reina, nosotros no somos más que unos soldados”. Y cuando Lile comenzó a orar para castear el conjuro que los sacaría de Nazur, Goran abrazó a Nike, la besó y la empujó contra la sacerdotisa. Y el anillo de energía se convirtió en una esfera de luz que los cubrió por completo y los elevó hacia los cielos. La última imagen que vio fue a Broker arrojar un poderoso rayo de energía negra contra Iskander y Goran. Detrás de ellos, Mael y Tolfas, tensaban sus arcos.

Batalla en Nazur (Draften)

Tras la desaparición de Lile y los demás, en ese mismo instante Iskander y Goran salieron al ataque de Broker. Éste, ya revestido de sus poderes oscuros, erigió un muro de energía alrededor de su cuerpo que contuvo los primeros embates. Mael y Tolfas apoyaron desde la retaguardia con un buen número de flechas, pero no pudieron penetrar la defensa de su enemigo.
Instantes después, Broker desplegó dos alas de energía oscura y generó un hueco en el techo para irse. Estaba claro que consideraba inferiores a sus enemigos, meras hormigas intentando derribar un Dios. Iskander se sacó su anillo y se transformó nuevamente en un semi-dragón, expandió sus alas; Goran aprovechó el momento y se agarró a su antiguo alumno: ambos salieron volando en persecución de Broker; a su vez Goran levantó mentalmente a sus otros dos aliados. Eran cuatro y no podían darse el lujo de dejar gente de lado.
La ciudad de Nazur desde el aire se erigía fantástica, rodeada de canales de lava, junto a una gran presa que mantenía el magma lejos de la metrópolis. Sobre ella, la batalla continuó. Broker, ya cansado de este juego sin sentido, les espetó: ¿Acaso desean perder sus vidas?. La respuesta de Goran e Iskander continuó en forma de ataques. Pero no podían vulnerar el escudo místico.
Los dos arqueros, ya depositados en dos torres del castillo y con un excelente campo visual, prosiguieron el ataque. Pero era en vano. No obstante, Mael recordó que la debilidad de su enemigo residía en la luz, al ser Broker una criatura oscura. Entonces empezó a disparar sus flechas explosivas, las pocas que le quedaban, a la lava de los canales. Está empezó a estallar y una de las explosiones la catalputó lo suficiente como para impactar a Broker. Éste se relamió de dolor: el magma penetraba sus defensas. Tolfas aprovechó para realizar ataques similares y así Broker fue cayendo contra la represa de lava. Mael disparó otra de sus saetas explosivas y directamente borró la presa de una explosión: la lava empezó a caer y una gran ola de magma estaba a punto de soltarse sobre la ciudad. Goran e Iskander, casi sobre Broker y en la línea de impacto del fuego, combinaron su poder telekinetico para proyectar un golpe combinado. Ambos empujaron a Broker con su fuerza mental, que al unirse se disparó como una gran lanza de plata. Broker cayó sobre la lava sin sus defensas.
Pero Goran e Iskander estaban en el sendero del fuego. Iskander cubrió a Goran con su cuerpo y empezó a salir de la lava, mientras su armadura, escudo y armas eran consumidas por el calor. Incluso su intento de salvaguardar su lanza fue en vano: esta se consumió velozmente. Así, Iskander depositó a Goran en una de las torres junto a Mael.
Pero no era el fin de Broker: surgió entre el magma con la mitad de su cuerpo arrasado por el fuego; su rostro ya era irreconocible y ahí los heroes pudieron percibir su naturaleza: su cuerpo era rojo, como el de un demonio.
Iskander volvió a la carga contra Broker, ahora a puñetazos, pero nuevamente el escudo de éste le proporcionaba la defensa necesaria, ahora también contra el fuego. Para empeorar la situación, la gente de la ciudad, que estaba siendo devastada por el magma, al morir, perdía su alma, que iba a parar a Broker, dándole más y más poder.
Goran tomó a Mael y salieron empujados mentalmente hacia Broker, que reñía a puñetazos con Iskander. Broker ya había disparado un rayo de energía oscura sobre el semi-dragón, que pese a las heridas se batía contra el demonio en primera línea.
Iskander aprovechó la ocasión para intentar conectar un puñetazo; éste fue parado por el demonio. Luego intentó conectar otro, pero también fue repelido por Broker, que luego propinó un cabezazo violento, con una potencia suficiente como para derribar un muro: efectivamente así fue e Iskander cayó al suelo abatido. Broker no desperdició el momento y se arrojó sobre su oponente; concentrando toda la energía de su escudo protector en sus puños, golpeó al semi dragón hasta casi matarlo a puñetazos.
Tras ese instante, Broker, decididamente molesto contra esas hormigas que le habían causado tanto daño, proyectó dos rayos de energía necrótica contra Goran y Tolfas, que apoyaba a sus aliados desde una de las torres. El rayo arrasó con la torre y fue el fin de Tolfas, que también fue consumido por la energía. Uno de los héroes caía, y Broker empezó a consumir su alma.
En la refriega, Goran, que venía cargando contra Broker por el aire, se vio obligado a soltar a Mael para poder esquivar el rayo. El elfo, al caer desde los cielos, utilizó ese momento único para disparar una saeta, que atravesó el cuello del demonio. Broker acusó el golpe, pero seguía todavía firme. Mael cayó sobre una casa de la ciudad y quedó severamente dañado.
Pero Goran continuaba su carga contra Broker, quien ya se aprestaba a recibir el golpe elevando su escudo. Pero justo en ese preciso momento, Iskander, desde el suelo, con el último acopio de energías, clavó su garra en la pantorrilla del demonio, que se resintió del dolor y descuidó su defensa.
En ese mismo momento, Goran cayó del cielo con sus cimitarras. Pero no era el mismo de siempre: dos alas de plata y un brillo radiante, casi angelical, acompañaron su ataque. Un haz de luz iluminó la ciudad y varios kilómetros a la redonda: un nuevo amanecer se había erigido en Nazur. Y esa luz divina, pristina, consumió completamente al demonio.

Goran cedió parte de su energía vital en revivir a Iskander, diezmado por el combate, aunque dejó al antiguo guardia negro bastante cansado. Iskander se levantó, contempló la escena y dijo: ¿Lo hicimos pedazos, no?
Sí, ahora debemos irnos- contestó un Goran cansado, con el pelo canoso y bastante palido.
Iskander ayudó a Mael y elevó vuelo con sus dos compañeros, rumbo a Agún.


Batalla en el paso de Agun

No pasó mucho tiempo y llegaron a Agun, Lile estaba inconsciente en el suelo, agotada por el último esfuerzo que hiciera para transportarlos tan lejos. A su lado estaba arrodillada Nike, con el alma destrozada, porque por tercera vez creyó ver morir a Goran. Realmente pensaba que jamás volvería a verlo, ni a él ni a sus amigos. Pero no había tiempo para las lágrimas y ahogó su dolor para decirle a los soldados de Agun, que con sus lanzas apuntaban al Warlord orco:
-No le hagan daño, él está con nosotros- y ellos lo dejaron en paz.
Y lo siguiente que vio fue a Burgen llegar corriendo hacia ellos. Levantó a Lile en vilo y se dispuso a llevarla hacia la enfermería, y ella misma se dispuso a acompañarlos.
-Por favor, llevala como corresponde a una sacerdotisa- le dijo Nike.
-Perdón, es que estoy muy nervioso, logró articular- y al momento la bajó de su hombro para tomarla en sus brazos. (1)
En la enfermería una mujer centauro llamada Alaia curó las heridas de Lile y ella le agradeció. Luego de que los tres estuvieran reunidos, y como Iskander y Goran no estaban, Nike lideró el armado de la estrategia de defensa del paso.
Así pidió que le entreguen los planos y que le informaran sobre los preparativos hechos hasta el momento en la fortaleza. (2)
Sobre el mapa de Haradim les indicó la ayuda que esperaban recibir, desde Rittardast, desde Bloombay y desde Gaia. También estaba allí la caballería oscura y los habitantes de Hidden Forest, que responderían a sus órdenes.
Los enanos con ayuda de los refugiados habían construido una muralla de madera, el primer obstáculo, sobre ella varias torres serían el punto donde los arqueros lanzarían el primer ataque. Pero Nike sabía que esa muralla iba a caer, y los orcos acabarían destruyendo las catapultas móviles o se las apropiarían, así que sugirió volarlas en cuanto los orcos estuvieran sobre ellas. La segunda muralla era de piedra y se encontraba ya sobre la ciudad. Hasta aquí Thelmos dirigiría a los arqueros, Leconte las catapultas y Lile quedaría detrás de la muralla de la ciudad, junto a un contingente enano. Detrás de la segunda muralla, Burgen comandaría a los minotauros y a la infantería (3). Los enanos resistirían allí. Detrás de la muralla se ubicaría la caballería de Rittardast, los centauros y la caballería oscura, que iba a ser dirigida por Nike, ante la ausencia de Goran.
Entonces usaron las seis horas que les quedaban para poner picas en los fosos que rodeaban las torres y dejar explosivos para volar las catapultas móviles. Thelmos sugirió construir unas rampas desde el campo hacia la muralla de la ciudad, como ayuda a la retirada de los arqueros en cuanto perdieran la primera muralla, pero no había tiempo, los orcos ya estaban sobre ellos. Tendrían que retirarse sin ningún tipo de ayuda.
Con la estrategia planeada Nike decide dirigirse hacia la terraza de la ciudad para ver la situación. A lo lejos ve venir cayendo a Iskander, convertido en dragón y siendo perseguido por cinco Taras. Sin poder hacer nada más que observar por el momento ordena a los centauros que vayan hacia el punto de caída y la amortigüen en cuanto les fuera posible.
Al mismo tiempo escuchan proveniente desde el cielo un horrible grito y comienza a nevar. Rápidamente la nieve se convierte en una terrible tormenta que cae furiosamente sobre el futuro escenario de batalla. Sobre la ciudad comienzan a caer piedras que se desprenden de la montaña. Y Nike reconoce esa voz, era Eme, que les enviaba todo su odio por haber matado al amor de su vida. (4)
Iskander, Goran y Mael caen desde el cielo y son ayudados por los centauros. Iskander estaba exhausto y Mael parecía muy malherido.
-Broker está muerto- les informó Mael.
Nike lo ayuda a levantarse y se dispone a llevarlo a la enfermería, pero justo llega Lile que utiliza un círculo de curación y sus heridas comienzan a sanar. Aunque Iskander todavía seguía inconsciente.
Cuando Nike mira a Goran él se encuentra envejecido, con el pelo blanco y profundas arrugas en su rostro y mientras se pregunta qué fue lo que le pasó, él vuelve a la normalidad gracias al poder de curación de Lile.
-Tu hermano murió con honor- le dijo Goran a Thelmos y unas lágrimas asomaron a los ojos del elfo.
Pero no hay tiempo para reencuentros y todo sucede muy rápido. Goran comienza a organizar a los guerreros, que estaban demasiado asustados y desmoralizados tanto por la avalancha que provocó Eme, como por los trescientos mil orcos que se acercaban al paso.
A todo esto Lile no vio más a Alized y comenzó a buscarla por toda la fortaleza hasta que la encontró en la biblioteca, leyendo un libro sobre la historia de Haradim.
-¿Por qué tienen un cuadro del patriarca?
-Él fue rey de Haradim- le contó Lile
-Ah sí?- se sorprendió la niña y Lile le mostró la página del libro en donde lo indicaba.
Afuera Mael estaba eufórico porque se enteró que el Warlord orco había sido llevado prisionero a los calabozos.
-Yo jamás ordené que hicieran eso- le dijo Nike- estaba demasiado ocupada con esto- y le muestra los mapas sobre los que todos habían estado trabajando.
-Hay que sacarlo, ¡rápido! (5)
Todos se dirigen hacia los calabozos, incluido Iskander que ya se había despertado. Dos enanos custodiaban la entrada, y si bien Iskander, Mael y Nike les pidieron pasar, los enanos no obedecieron, así que Iskander salió a buscar a su jefe. Una vez que el jefe habló con ellos los dejaron pasar y pudieron hablar con el Warlord orco.
-Disculpe los inconvenientes, nuestra gente está muy nerviosa- intentó excusarse Mael.
-Está bien, entiendo. Así son los enanos- el orco parecía bastante golpeado.
-Su dios está muerto- le informó Iskander.
-Él no era nuestro Dios.
-¿Puedes hablar con tu gente para impedir la guerra?
-Ya no puedo hacer nada para detenerlos. Pero si puedo los voy a ayudar. Deben detener a los hechiceros de Orogun, ellos están en el centro de la formación. Si ellos caen, caen todos.
Entonces la estrategia sufrió algunos cambios. Mael y Thelmos, junto a un contingente con los mejores cuarenta arqueros, irían a infiltrarse entre las filas enemigas para acabar con ellos. Era una misión suicida, pero a como estaba la situación, eso ya no importaba. El orco es liberado y puesto en mejores condiciones. Y sin poder sentarse siquiera a discutir más planes, todos tomaron sus posiciones. Lile le preguntó a Nike si tenían un plan de escape, pero la respuesta fue negativa (6).
Nike subió a la torre del centro, en la primera línea de batalla, iba a tomar el lugar de Thelmos, dirigiendo a los dos mil arqueros de Hidden Forest, los mil quinientos elfos de Elgart y los mil fusileros de Josper.
Iskander le hizo una señal a Goran y él la vio sobre la muralla de madera.
-Dejala, ella sabe lo que está haciendo.
Lile se para sobre la muralla de piedra que rodea la ciudad e invoca a dos guardianes gigantescos cubiertos de sendas armaduras que se ponen a su disposición para la defensa. Goran estaba con ella y se disponía a dirigir las catapultas fijas.
Iskander detrás de la muralla con tres mil enanos frenarían el avance una vez vencida la muralla. Detrás de la tercera muralla, y como último recurso, aguardaría la caballería. Nike ordena a los minotauros que se ponga a las órdenes de Burgen, que comandaría los ochocientos caballeros de Haradim.

Ya era entrada la noche, cuando los cuernos orcos se oyeron no muy lejos. Pocos eran los metros que los separaban de la primera muralla y bajo la lluvia y con el campo totalmente embarrado, el general orco, parado sobre una gran roca, dio la señal para avanzar.
Nike esperaba con el brazo en alto a que estuvieran a tiro de flecha y cuando fue el momento bajó el brazo y gritó “¡Ahora!” (7). El zumbido de las flechas cubrió todo otro sonido y los primeros orcos cayeron, pero al instante otros los reemplazaron. Estaban acercándose en oleadas, primero de dos mil, luego de cinco mil y hasta diecisiete mil orcos.
El segundo ataque fue para el gran Leconte y las catapultas móviles acabaron con más orcos. Varias flechas más cayeron sobre el campo, una y otra vez las catapultas hicieron mella en el enemigo, hasta que un grupo de taurans con mazos comenzaron a derribar la muralla, que al principio no cedió.
Iskander preparó a los enanos para frenar la avanzada orca, porque después de algunos intentos, el enemigo logró penetrar la primera defensa. Pero los enanos fueron una muralla más resistente. Mientras a la segunda oleada les caía otra lluvia de flechas de los arqueros y las catapultas de Goran logran impactar sobre ellos.
Cuando las primeras cuatro torres se derrumbaron Nike ordenó la retirada, pero iban a tener que retroceder hacia Iskander entre medio de dos oleadas orcas, así que se abrieron paso cuerpo a cuerpo con cimitarras y espadas.
Iskander comenzó a retroceder hacia la segunda muralla, y cuando todos estuvieron listos abrieron las puertas y se refugiaron nuevamente. Las quinientas ballestas enanas encontraron cada una más de un blanco y mil orcos cayeron muertos del otro lado.
Entonces los orcos comenzaron a retroceder, y se ubicaron fuera del alcance de las catapultas. Nike y los arqueros se ubicaron otra vez sobre la segunda muralla, mientras esperaban que los orcos volvieran a atacar.
Pero ahora los taurans empezaron el ataque a la ciudad y derribaron una de sus torres con las bazookas. Las armas con las que contaban eran mucho mejores que las de ellos. Los orcos volvieron a avanzar y todos esperaron pacientemente que el rango entre la muralla ya destruida y la segunda fuera cubierto por completo para activar la trampa. Y una vez que estuvieron ubicados justo donde querían las catapultas móviles fueron voladas en mil pedazos a la orden de Leconte. Y muchos orcos y taurans perdieron la vida.
El siguiente movimiento del enemigo no se hizo esperar, había muchos más orcos y taurans esperando actuar. Kobos acorazados, con orcos conduciéndolos enfundados en pesadas armaduras de placas, servirían de arietes para derribar la segunda muralla, pero el muro no cedió el embate.
Los hechiceros no daban crédito a lo que estaba sucediendo y se enfurecieron. Quisieron derribar la muralla ellos mismos. Así un poderoso rayo fue a impactar sobre las primeras rajaduras, entonces Lile decidió actuar y se colocó frente a la muralla, los brazos extendidos hacia delante y frenó el rayo con otro igual. Poco a poco logró desviarlo al tiempo que la última parte de la estrategia cobraba forma.
Thelmos y Mael ya se habían infiltrado entre las tropas enemigas y los orcos los vieron, pero no actuaron, eran los orcos de Nazur, a las órdenes del Warlord. Entonces Thelmos con el camino totalmente despejado y mientras el orco de Orogun gritaba “¡Matenlos a todos! ¡Que no quede nadie vivo!” lo cayó para siempre atravesándole la garganta con una de sus flechas.
Los orcos de Nazur masacraron a los taurans a la orden de su jefe y el enemigo sin líder y viendo que parte de su propio ejército los atacaba comenzó a retroceder.
Detrás quedarían olvidados cincuenta y cinco mil cadáveres de orcos y otras bestias, pero también unos dos mil guardianes de Agun, entre arqueros, rittardastianos, enanos y caballeros. El paso fue inexpugnable y el campo de guerra teñido de rojo brilló con las primeras luces del amanecer.
Lile buscó a su tío Eglas, y lo encontró en el Norte, donde el segundo ejército orco a las órdenes de una enfurecida y dolida Eme intentaría invadir Haradim. Y vio que llegaba a una cueva en las montañas y cuando entró vio una enorme osa sentada en un trono de piedra. Era uno de los dioses elementales (8).
-Venimos en busca de su aprobación para enfrentarnos al enemigo- le dijo Eglas (recuerden que a él lo mordió uno de los elementales también).
-De ustedes depende nuestro futuro, vayan con mi bendición- le dijo la reina de los osos. A su lado un lobo negro, otro elemental llamado Tantris se uniría también a la causa.
Desde el sur, divisaron al contingente del rey Goradim, que llegaba tarde. El rey al instante pidió alojarse en la fortaleza, el único lugar digno para él. Así todos se arrodillaron ante él cuando se sentó en el improvisado trono, menos nuestros amigos y Amelia de Rittardast.
Goran se acercó por detrás a Nike y la abrazó y ella le dijo:
-Te odio. No vuelvas a hacerme eso nunca más- se dio vuelta y lo abrazó fuertemente.
-Te prometo que cuando todo esto termine, sea cuando sea, no voy a volver a separarme de vos.
Y todos presenciaron la entrada de Aiko al recinto, con Daisuke, que lo miró a Iskander y fue corriendo hacia él y le abrazó la pierna, ante el asombro de Goradim.
Y Aiko llegó hasta el rey y le dijo:
-Ya no sos más nuestro rey- y le clavó su katar en el estómago ante todos los presentes. Goradim cayó al suelo desangrándose. Luego alzó a Daisuke y exclamó:
-¡Él es su nuevo rey! Arrodíllense ante el nuevo rey de Haradim.


Fin de la primera parte


(1) Sale hijo de Burgen y Lile!! XD
(2) En realidad Seba se fue a dirigir la batalla de Nazur y nos dejó el mapa del paso así que digamos que “alguien” nos dio los planos.
(3) Seba: -¿Minotauros?
Ashe: -Vos dijiste que en Hidden Forest había minotauros ¡Quiero a mis minotauros!
Seba: -Te prefería mejor callada como el otro día… está bien, tenés diez minotauros.
**Ashe queda más que feliz con sus minotauros :)**
(4) ¡Tomá perra! ¡Ahora sabés lo que se siente! (aunque por un lado me terminó dando pena).
(5) Mientras Mael pensaba: “¡¡¡Son unos idiotas!!!”
(6) Ashe: El plan de escape es correr, lo más rápido que podamos XD
(7) Sí, como Aragorn en el Abismo de Helm :P
(8) Osos gigantes como en la brújula dorada ¡Aguante Svalvard!

La batalla en Nazur es obra de Draften

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